¡Quiero unos zapatos cómodos!
Esta es la frase de todas mis clientas, y especialmente de mis novias. Que quieren llevar unos zapatos bonitos sin renunciar a la comodidad.
Hay muchos factores que influyen a la hora de elegir unos zapatos, y la mayoría de las veces tenemos que decidir entre comodidad y pasión.
Mi consejo es elegir zapatos que sepamos que ya nos funcionan. Cada pie es diferente y cada persona también. A veces un zapato que queda holgado hace sentir cómoda a una mujer y a otra, el mismo zapato prieto le hace sentir la misma comodidad.
Los tacones altos y finos nos apasionan, es verdad, pero hay que aprovechar las modas cómodas como el tacón de bloque y si es necesario, bajarlo unos centímetros. De nada sirve llevar unos zapatos de infarto si estamos pensando en el momento de sacar nuestros delicados pies y ponerlos sobre una fría y calmante baldosa. O si no sabemos andar con ellos y por ir más elegantes perdemos todo nuestro glamour. O si los hemos aguantado poquísimo, nos hemos cambiado de zapatos y ahora nos arrastra el vestido.
Para mí, la elección perfecta es un zapato artesano hecho a tu medida. Con tus gustos y necesidades. Además, los zapatos hechos a mano no poseen la piel tan tensa, puesto que no podemos ejercer la misma fuerza que una máquina y no sufre tanto en el montaje. Por tanto, se amoldarán rápidamente a nuestros juanetes, dedos de martillo o meñiques difíciles.
Además, este tipo de zapatos tiene un valor añadido, que son personalizados, por tanto, no solo se ajustarán a tus pies, sino también a tus sueños.
Déjate asesorar. Elige zapatos artesanos, elige zapatos personalizados.
Lupe
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